Administración.
Ruiz Cortines ocupó la silla presidencial a los sesenta y dos años de edad. Tomó posesión del cargo la mañana del lunes 1 de diciembre de 1952 en una ceremonia austera, principal característica de él, celebrada en el Palacio de Bellas Artes convertido en recinto oficial.
Política interna.
Al iniciar su administración, Ruiz Cortines se centró en el objetivo de proyectar una nueva imagen del poder presidencial, desprestigiado por el régimen de Miguel Alemán y por la idea generalizada de que este presidente impulsó la economía omitiendo las políticas de beneficio social. Aunque alemán había logrado un auge en la economía mexicana, el descontento general del pueblo era evidente por la corrupción de los funcionarios públicos, quienes en el sexenio alemansista eran empresarios que se habían enriquecido enormemente. Mientras tanto, el nivel de vida de las clases trabajadoras sufrió un considerable deterioro.
En busca de una política que contrastara con el régimen de Miguel Alemán, Ruiz Cortines buscó dar solución a la problemática social y dio inicio a una nueva era de austeridad y moralización. Se modificó la ley referente a la responsabilidad de servidores públicos, que apuntaban de forma indirecta a ser corruptos, al proponer Ruiz Cortines que dichos funcionarios declararan sus bienes antes de iniciar sus labores y que se pudiera investigar el origen de la fortuna de quiénes poseyeran propiedades superiores a sus ingresos económicos.
En un discurso que dio como candidato el 6 de abril de 1952 en el Parque 18 de Marzo de la ciudad de México, Ruiz Cortines se comprometió ante las 20 mil mujeres asistentes a que “si el voto nos favorece en los próximos comicios, nos proponemos iniciar ante las Cámaras las reformas legales necesarias para que la mujer disfrute los mismos derechos políticos del hombre”.
Ya como presidente, Ruiz Cortines envío su iniciativa el 9 de diciembre de 1952; misma que fue aprobada inmediatamente y unanimidad por el Congreso de la Unión. El 17 de octubre de 1953, el presidente Ruiz Cortines cumplió su promesa y promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en las elecciones federales. Ese mismo día se publicó en el Diario oficial de la Federación la reforma del artículo 34 constitucional:
“Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos reúnan además los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años de edad, siendo casados, o 21 si no lo son y tener un modo honesto de vivir.”.
Narcotráfico en México.
La noche del 21 de febrero de 1944, durante las fiestas del carnaval mazatleco, es muerto a tiros en el patio andaluz del Hotel Belmar de Culiacán el gobernador de Sinaloa, coronel Rodolfo Tirado Loaiza el rumor público dice que lo ha matado Rodolfo Valdez, El Gitano, conocido pistolero de la región. El Gitano se da a la fuga y sale de Sinaloa. Meses después, prófugo aún, sostiene una entrevista con el secretario de la Defensa, el ex presidente Lázaro Cárdenas, y señala al general Pablo Macías Valenzuela, ex secretario de la Defensa y gobernador de Sinaloa, sucesor de Loaiza, como autor intelectual del homicidio. En noviembre de 1947 el periodista Armando Rivas narra en Excélsior que durante una gira de funcionarios de la Procuraduría General de la República por Sinaloa, el gobernador Pablo Macías Valenzuela es mencionado “por mucha gente como uno de los cabecillas de la banda de traficantes de drogas”. En los archivos de la Secretaría de la Defensa hay la constancia de un juicio militar contra Macías Valenzuela por la autoría intelectual del homicidio de Loaiza. El tribunal militar lo halla culpable, pero la ruleta política favorece al general quien es nombrado comandante de la primera zona militar, la más importante del país. No se sabe qué fue del juez militar que lo declaró culpable. Al final de su vida, el general Macías Valenzuela recibe la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la nación al mérito ciudadano.
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